• El proyecto

    El 2018 se anunciaba lleno de promesas, sin embargo, nada sucedió como estaba previsto. A finales del invierno, seríamos tres, pero la vida había decidido otro destino para nosotros. A partir de ese instante, seríamos dos y una estrella. 

    En 2018, nos caímos y nos levantamos muchas veces, tuvimos que reinventarnos, buscando en nuestro foro interior un proyecto que devolviera el sentido a nuestras vidas.

    La idea de pasar otro invierno en Lozère era difícil de imaginar…las ganas de cambio, la necesidad de acercarse al nido familiar, de tomar una bocanada de aire nuevo, de dar tiempo al tiempo, de evadirse...eran muy fuertes.

    Durante una escapada a Tenerife en junio, Raquel tiene la oportunidad de conocer a la responsable de una escuela libre asociativa, que le propone ocuparse del comedor. La energía que reina en ese lugar es todo lo que necesita. Tras recapacitar, decidimos pasar un año escolar en la isla de la eterna primavera.

    En  octubre, Raquel comienza a cocinar para los más pequeños de la familia. Todos están felices, a los niños les encanta meter las manos en la masa en la elaboración de ciertos platos  y la cocinera disfruta como una niña más a su lado.

    En cuanto a mí, gracias a una excedencia por formación profesional, puedo recibir clases de español durante 10 meses en la escuela de idiomas de Don Quijote.

    A finales de noviembre, nos anuncian que la escuela deberá cerrar sus puertas por falta de niños. Al mismo tiempo, Raquel consigue un trabajo en un restaurante vegetariano durante el periodo de Navidad en la capital de la isla.

    Realizar un verdadero viaje largo en bici ha sido el sueño de Raquel durante años. A lo largo de nuestros periplos juntos, ha conseguido transmitirme el virus. La idea de partir seis meses con nuestras burritas cargadas ronda por nuestras cabezas. El continente elegido será Sudamérica, aprovechando el verano austral y la motivación de Nico por continuar mejorando su español.

    Una señal nos confirma que estamos en el buen camino. La familia Zapp está en Tenerife y dará una conferencia sobre un sueño hecho realidad que durará 18 años. Raquel trabaja en el restaurante y decido ir solo. Esa noche, me di cuenta que ya era hora de dejar las excusas de lado y empezar a vivir de una vez por todas. Aprovecho para comprar su libro de viaje «  Atrapa tu sueño » que leo en un abrir y cerrar de ojos. Raquel también lo devora a gran velocidad. Cande y Herman, la pareja Zapp, viajan en un Graham de 1928, nosotros lo haremos en una Cannondale F4 de 2008 y una Specialized Awol Elite de 2017…en 100 años, nuestras bicis también serán piezas de museo.